De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. Génesis 22:17.
Abraham sabía lo que Dios haría. La promesa fue una sorpresa para él, pero su cumplimiento, ciertamente, estuvo dibujado en su mente desde el principio.
Tener una visión es más que vital. Si usted no sabe a dónde va, quizá pierda tiempo, recursos, energía y mucho más.
Cuando un avión pretende despegar, debe cumplir con los requisitos exigidos por la Organización de Aviación Civil Internacional, la cual regula las normas y procedimientos para la aviación internacional.
Por cierto, uno de los requerimientos prioritarios para un vuelo, es la Carta de Navegación Aeronáutica.
La carta aeronáutica se define como la representación de una porción de la tierra, su relieve y construcciones, diseñada especialmente para satisfacer los requisitos de la navegación aérea.
Se trata de un mapa en el que se reflejan las rutas que deben seguir las aeronaves, y se facilitan las ayudas, los procedimientos y otros datos imprescindibles para el piloto.
La seguridad de la navegación aérea exige la elaboración y publicación de cartas aeronáuticas actualizadas y precisas, que respondan a las necesidades actuales de la aviación.
Quisiera preguntarle hoy ¿tiene su carta de navegación actualizada? Despegar solo valdrá la pena, cuando usted sepa claramente dónde aterrizará.
Dios no improvisa con usted. El sabe exactamente a dónde quiere llevarlo. Me pregunto si usted es consciente de eso.
A Abraham llamó con una visión, a Jacob y su hijo José con un sueño. Dios sigue hablando. Él quiere entregarle su carta de navegación y advertirle sobre los peligros que podría encontrar en su camino.
Si usted desconoce su destino en Dios, no escatime tiempo para orar y buscar su rostro, le aseguro que Él le revelará su destino.
“No se dé el lujo” de caminar sin saber a dónde se dirige. Ahora bien, si usted ya recibió su carta de navegación, ¿qué espera para encender motores y despegar?
No aplace más su itinerario de vuelo. Los aviones se construyeron para lidiar con las inclemencias del tiempo y para permanecer la mayoría de su vida útil en las alturas.
¿Por qué insiste en permanecer en tierra cuando fue creado para volar? Sueñe y créale a Dios. Recuerde que la Biblia contiene todo cuanto usted necesita saber sobre su más importante y decisivo vuelo.
¡Buen viaje! Con amor, su servidor.