Es para bien.

Escrito el 16/06/2020
Ps. Gustavo A. Muñoz L.


Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28.


Este es uno de los textos más usados y paradójicamente, de compleja comprensión.

¿Cómo pensar que todo lo que le acontece a un cristiano le ayuda para bien? Bueno, lo primero que es necesario aclarar, es que el texto no dice: “a un cristiano”, sino “a los que aman a Dios”.

Una cosa es ser parte activa de este gran movimiento denominado cristianismo, y otra muy diferente, es vivir conscientes de que nuestro amor a Dios está por encima de toda relación o meta en nuestra vida.

Estas palabras que el Espíritu Santo inspiró en el corazón del apóstol Pablo (todas las cosas les ayudan a bien), tienen total validez, única y exclusivamente, cuando nuestro amor por Dios es la motivación que acciona a las demás.

Si sus motivaciones son otras, usted no podrá comprender lo que Dios, intencionalmente, está haciendo. En otras palabras, esta promesa es condicional, como también lo es el “yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo”.

Especialmente en ésta promesa pronunciada por Jesús antes de ascender al cielo, se impone una condición “si hacen discípulos”. No es una promesa para todos, es para aquellos que hacen, de la tarea de hacer discípulos, una prioridad.

De la misma manera ocurre con la promesa de Romanos 8:28: “todas las cosas cooperan para su bien”. Si, cooperan para bien, pero a los que aman a Dios, los que viven celosamente por Él y buscan sobre todas las cosas, hacer su voluntad.

Amado lector, hay efectos o situaciones que usted no ha provocado. Circunstancias que lamenta profundamente al punto de sentirse impotente. Pues bien, lo que usted debe hacer, es enfocarse en una sola cosa: amar a Dios.

La puerta del entendimiento espiritual es el amor. Si el enemigo lo hace dudar del amor de Dios y usted replantea su amor por el Señor como producto de la duda, usted pensará que sostiene una lucha con Dios y eso no es cierto. 

Él está procurando usar lo que a usted le está pasando, con el propósito de levantarlo, fortalecerlo, traer claridad a su vida y finalmente, revelarle nuevos propósitos.

Su seguro es amar a Dios. Así blindará su corazón del desaliento y la derrota. Cuando la Biblia afirma que todas las cosas le ayudan a bien, es porque son todas las cosas.

La persecución, escases, dolor,  aflicciones o las situaciones inesperadas, serán usados como “leña para encender el fuego que alimenta su deseo de conocer más a Dios y de ser semejante a Jesús.

No se rinda, Dios está haciendo algo nuevo en su vida.