¡La mano de Dios!

Escrito el 15/10/2020
Ps. Gustavo A. Muñoz L.


Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Salmos 139:5.


Esta, no solo es una promesa de protección sino también de bendición. El salmista declaró estar rodeado y bendecido por la presencia de Dios.

Amado lector, su vida está rodeada por la presencia de Dios. No tema, pues el Dios Todopoderoso es vigía y guarda de sus días.

¿Está consciente de tan maravillosa verdad? No podrá escapar de la presencia de Dios, y Él tampoco estará dispuesto a dejarlo. Enfrente el temor, tenga la certeza de que ningún plan en su contra podrá prosperar.

Podría un ejército acampar a su alrededor, pero de Dios no tendrá su bendición para destruirlo.  Dios lo protegerá y preservará su integridad.

Crea en el cuidado de Dios. Estas palabras del salmista se constituyen en un baluarte importante de nuestra fe cristiana, el Dios santo, eterno e invencible, defiende su causa y cuida su casa. ¿No le parece maravilloso?

Note que el salmista dijo: “detrás y delante”. Esto significa que el enemigo no encontrará una vía libre para dañarlo, usted está totalmente cubierto.

Manténgase consciente de cuan perfecto es el cuidado de Dios. Las voces de destrucción en su contra no prosperan, así como tampoco lo harán los deseos de aquellos que procuran su mal.

Quizá tenga en su lista de oración algunas peticiones importante. Pues bien, hoy quiero animarlo a sumar una. Pida al Señor que "su mano" permanezca diariamente sobre su vida. 

Si así fuera, le aseguro que un favor espiritual comenzará a operar en todo lo que haga. Si la mano de Dios permance sobre su vida, entonces no pierda el ánimo. 

La mano de Dios es símbolo de aliento. La mano representa laboriosidad, trabajo duro y productividad. ¿Puede imaginar los efectos de la mano de Dios sobre su vida?

Debo entonces decirle, que no será prosperado de acuerdo a su capacidad, tampoco de acuerdo a la medida de su esfuerzo, será prosperado de acuerdo a la dimensión gloriosa de la bendición de Dios sobre su vida. 

Que su ánimo y semblante no decaigan. Pase lo que pase, la mano de Dios se mantendrá firme sobre todos los santos. Esa es su garantía.

Confíe en los alcances poderosos de la mano de Dios. Esa mano amorosa no desfallece jamás.

¡Bendecido día!