Confíe en el Señor.

Escrito el 21/03/2021
Ps. Gustavo A. Muñoz L.


Los que conocen tu nombre confían en ti, porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan. Salmo 9:10.


Hay dos verbos significativos en este precioso texto. El primero es confiar. El segundo es buscar. Ambos verbos están íntimamente relacionados.

La vida cristiana nos demanda una alta e importante medida de confianza en Dios. Frente a las pocas probabilidades humanas que las circunstancias ofrecen, la confianza en el Señor hará la diferencia. 

¿En qué condiciones esta su confianza? ¿Confía ciegamente en Dios? Amado lector, la verdad es que a veces resulta tan fácil confiar en las personas o en las oportunidades terrenales, que nos convertimos en personas incapaces de confiar en el poder de Dios. 

Usted agrada a Dios cuando confía en El. Cuando pienso en esto, me acuerdo de que el arma más poderosa es nuestra fe. Si usted confía en el Señor, le aseguro que por difíciles que sean sus circunstancias, Dios honrara su fe y Él intervendrá con poder. 

Créale a Dios y no se abrume por los resultados parciales. Su confianza en Dios le permitirá salir victorioso de la situación que hoy está enfrentando. No desespere, deténgase y sabiamente alimente su confianza en Dios. 

Ahora bien, la confianza espiritual lo llevará a buscar a Dios. No es suficiente con tan solo declarar que usted confía en Dios, es vital que busque a Dios y que no descanse hasta hallarlo. 

Si usted está viviendo un mal momento, debería en primer lugar, responder una pregunta vital: ¿A quién buscara? Usted no hallara la ayuda y tampoco el oportuno socorro, a menos que decida buscar al Señor con todo su corazón. 

Buscar es una acción intencional guiada tanto por un anhelo, como por la sed espiritual de su corazón. Confié en Dios y búsquelo. Dios siempre quiere dejarse encontrar.

El Señor no olvida y tampoco abandona a los que confían en Él. Puede que usted se encuentre enfrentando momentos en los que se siente desamparado y olvidado. A pesar de eso, la verdad es que los ojos del Señor están sobre usted. 

Si confía en Dios, entonces no tema. Cualquiera que sea su circunstancia, el Señor no lo abandonará, jamás lo entregara a su suerte, Él mismo se encargará de cuidarlo hasta el último día de su vida. 

Paz y bien.