La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber? Juan 4:9.
Sus relaciones importan. Un cristiano saludable debe reflejar madurez y sanidad en los vínculos con las demás personas.
Al interior de su casa y fuera de ella, debe esforzarse por romper los muros de la lejanía, la crítica y el rechazo.
Jesús nos dio una gran lección al entablar una conversación con una mujer nacida en samaria, y cuyo pasado no hablaba bien de ella.
Fíjese en que, según el relato, la mujer se asombra de que un judío le pidiera agua. Históricamente, había una rivalidad y división entre los judíos y los samaritanos, sin embargo, Jesús pasó por encima de esas diferencias históricas para hacerle saber a la mujer, que sólo Él podría calmar su sed de propósito y sentido.
Amado lector, usted no debería engrosar la lista de nombres de personas que no le caen bien. Jesús no quiere que destruya relaciones, sino que las mejore.
Ciertamente sentirá que hay personas con las que se entiende bien y otras con las que no, pero eso no le da derecho a ocultar de los ojos de esas personas, el infinito amor de Dios.
No se arriesgue a tan grande peligro de odiar a alguien o rechazar a su hermano. Ejemplo recibimos de Jesús al saber que habló y escuchó a una mujer que ignoraba la verdad, y cuyo comportamiento no reflejaba virtud alguna.
Por favor entienda bien lo que intento decir. No estoy apoyando los efectos de las relaciones tóxicas, lo exhorto más bien, para que se esfuerce por ser un cristiano que goce de relaciones saludables.
Eso significa que debe orar al Señor para que forme en usted un carácter semejante al de Jesús.
Lo animo a que no piense como un ermitaño que cree no necesitar de nadie. Sus relaciones con otras personas son importantes para Dios.
Cuídese de no ser un cristiano insoportable, enojón y criticón. Anhele el carácter paciente de Jesús mientras cultiva relaciones saludables y productivas. Esas relaciones, le enseñarán y lo convertirán en una mejor persona.
Haga uso del don de la reconciliación y restaure sus relaciones quebrantadas.
Bendiciones.