Prosperar

Escrito el 31/10/2024
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. Salmo 1:3


La clave de la prosperidad no está en el mucho trabajo, está, más bien, en el apego a las Escrituras.

Si su prioridad en la vida es caminar de acuerdo a los estatutos de Dios, un efecto irreversible ocurrirá: lo que emprenda, prosperará.

La condición para que la promesa se cumpla, es meditar en la palabra de Dios y buscar su presencia.

Amado lector, la meditación bíblica es intencional y consiste en darle el primer lugar a los pensamientos de Dios en nuestra mente.

Incluso, va mucho más allá de aprender un texto sagrado. Tiene que ver, más bien, con darle al consejo de Dios, el lugar más importante en nuestra mente.

Por eso quiero animarlo hoy a meditar en las palabras de Dios. Mientras vuela en el avión o se desplaza por la carretera, mientras prepara sus comidas o realiza cualquier actividad, medite en las palabras de Dios.

Uno de los desafíos que con frecuencia aparece, es que tenemos demasiadas cosas en qué pensar: sus ocupaciones, la economía, las decisiones, etc. Sin embargo, meditar en la Palabra de Dios no resulta tan complejo como cree. La clave está en priorizar, en darle a la palabra de Dios el lugar que debe tener en su mente, para que luego se revele a otros a través de su estilo de vida.

Quizá alguien le esté haciendo una propuesta que se opone a los principios de la Palabra de Dios. No consienta tal cosa, persevere y guarde los principios de Dios. Le aseguro que será recompensado.

Para el pueblo judío, el bienestar de una familia está en su amor por las Escrituras y en poner por obra los estatutos que el Señor ordena.

Hacer una revisión a su vida, considerando intencionalmente la manera como usted decide y se conduce, le ayudará a identificar el grado de profundidad de su fe y la dimensión de las raíces que lo mantienen unido a la verdad de Dios.

Dios quiere verlo prosperar, pero eso no ocurrirá a menos que vuelva su corazón a la Biblia. En las Escrituras está su bienestar, en ellas, está su paz. 

Bendecido día.