Por eso es bueno esperar en silencio la salvación que proviene del Señor. Lamentaciones 3:26
Hay dos maneras de esperar. Uno puede esperar en calma y pacientemente; o uno puede esperar con ansiedad y desespero.
Aquella manera de esperar que menciona el profeta Jeremías corresponde a la espera paciente; aquella espera en la que no perdemos la cordura y tampoco somos víctimas de los impulsos repentinos.
Cuando esperamos pacientemente y en calma, el nombre de Dios es glorificado y Él se agrada. La espera paciente es una muestra fiel de la vitalidad de nuestra fe.
Para Dios es importante que usted aprenda a abandonar la queja. Note usted que aquellos que se quejan, nunca pueden encontrar el punto de equilibrio en sus vidas. Yo llamo a ese fenómeno: “vidas irregulares”.
Son vidas irregulares porque carecen de sintonía y tienden a ser inestables; repentinamente cambiantes. Mientras usted no abandone la queja, le aseguro que lo único que hará será desperdiciar la fuerza que debería ocupar para alcanzar sus metas y propósitos.
Dios quiso que Israel entendiera que la queja no podía convertirse para ellos en un estilo de vida. La queja es básicamente crítica vacía, y la crítica vacía no es más que rebeldía.
Amado lector, aprenda a esperar en silencio, no se queje. Asegúrese de cambiar su forma de hablar, especialmente cuando opina o comparte su parecer. Si usted es cristiano, entonces pídale a Dios que lo convierta en una persona propositiva.
Guarde silencio si no es necesario hablar. En ocasiones, el silencio tiene un efecto más poderoso que las muchas palabras. Vaya a Dios y pídale la capacidad para esperar en silencio.
Recuerde que el deseo de Dios no es tan solo que espere, su deseo es que aprenda a esperar con la actitud correcta.
Espere en Dios y le aseguro que no será avergonzado.
Bendecido día.