Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas, y la gente gritó a voz en cuello, ante lo cual las murallas de Jericó se derrumbaron. El pueblo avanzó, sin ceder ni un centímetro, y tomó la ciudad. Josué 6:20
¿Considera usted que en la Biblia hay relatos extraños? Yo digo que sí. Por ejemplo:
Rodear un muro para que caiga sin emplear una sola herramienta; bañarse 7 veces en el Jordán; mezclar saliva y barro para sanar a un ciego, ¿no le parecen historias extrañas y métodos un poco raros?
Así es Dios. A veces su obrar poco se entiende. No es que quiera confundirlo, lo que ocurre es que sus métodos responden a su gloriosa capacidad creativa.
Saber esto, debe liberarlo de sus acartonadas formas de caminar con Dios. Nuestro Dios le asegura un destino de bendición, pero la fuente de sus bendiciones son impredecibles.
Así como Elías fue alimentado por cuervos, de la misma manera Dios lo hará con usted. Sí, a través de un cuervo, o de cualquier otra ruta que Él considere apropiada.
Tenga fe. Confíe en los métodos poco usuales de Dios. Descanse en Él y vea cómo opera de manera extraordinaria.
¿Usted ha sido testigo del llanto de un bebe cuando se obsesiona por algo? Seguro que sí. Pues bien, a veces somos como niños caprichosos tratando de obligar a nuestro Padre a obrar como nosotros queremos. Con Dios no funcionan los caprichos, funciona la fe. Con Dios no funcionan las rabietas, funciona la paciencia.
Amado lector, sepa que su promesa se cumplirá a su debido tiempo, pero quiero anticiparle algo: se cumplirá en la manera como corresponda a la soberanía de Dios y no necesariamente de acuerdo a sus exigencias. Recuerde que Dios siempre tiene un excelente plan para bendecirlo.
Despójese de la ansiedad y no atente contra su propio bienestar. Abraham y Sara usaron su propio método para hacer efectiva la promesa, se adelantaron y el resultado fue fatal.
Los métodos de Dios son poco usuales, pero son efectivos y seguros; en realidad funcionan. Esperar, perdonar, ofrendar, obedecer, servir, etc., son parte de esa larga lista.
¡Pero, no entiendo, Señor! Urge un milagro y ¿tu respuesta es que espere, perdone, ofrende, obedezca y sirva? Sí, definitivamente sí. Por favor, haga lo simple; Dios hará lo complejo.
Bendecido día.