Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien. Nehemías 2:18
Dios es visionario. Él diseña los planos, pero usted debe usar sus manos para materializar esa visión.
El Gran Arquitecto no hará todo por usted. Eso significa que debe trabajar y esforzarse para, así, alcanzar sus sueños.
Así como el muro de Jerusalén exigió trabajo constante, de la misma manera tendrá que trabajar para llevar a cabo la visión de Dios para su vida.
La construcción de los muros de Jerusalén tomó 52 días. ¿Cuántos días le tomará lograr su meta? No lo sé, pero lo importante es que no pierda tiempo. Encienda motores ahora. Es importante comenzar.
Amado lector, hágase consciente de que la vida exige esfuerzo. De hecho, fue eso lo que Dios demandó de Josué antes de entrar a la tierra prometida (Josué 1:9).
Edificar su casa exigirá esfuerzo. Fortalecer su espíritu, también lo demanda. Hacer crecer su empresa, no será la excepción.
Esforzarse implica más que trabajar. Esforzarse es una resolución a triunfar, aunque el pago sea muy alto.
Cuando una gran visión se está llevando a cabo, los obstáculos suelen hacerse presentes.
Pues bien, usted deberá enfrentarlos y para vencerlos tendrá que esforzarse lo suficiente.
Quizá, el primer obstáculo que deberá enfrentar es el desánimo. Para mí, la mejor manera de enfrentar el desánimo es haciendo lo que no quiero hacer. Me obligo a trabajar en aquello, para lo cual no tengo suficiente disposición.
Por eso, mi consejo para usted es: tome acciones, levántese, trabaje y enfrente su próximo desafío con dignidad y carácter.
No permita que se escapen sus sueños. Peor aún, no se niegue la oportunidad de alcanzarlos porque alguien se lo impide.
Si hay una visión de Dios en su interior, persiga su cumplimiento, luche, enfrente el desánimo y vénzalo.
Considere que Nehemías fue el centro de críticas y ofensas; sin embargo, mantuvo su espíritu fortalecido y logró sus metas.
No se apabulle, usted en Cristo es más que vencedor. Si se dispone y se rinde al Espíritu de Dios, de su interior florecerá la persistencia y con la persistencia vendrá la victoria.
La mano de Dios está sobre usted, entonces cuente con su favor y respaldo.
"Persiga sus sueños".
Paz y bien.