Protección permanente

Escrito el 09/03/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2


Tememos a las aguas embravecidas. También al fuego incontrolable.

A lo largo de la vida, inevitablemente usted deberá atravesar ríos y caminar entre llamas de fuego ardiendo.

Dios no prometió que le evitaría pasar por el agua o el fuego, pero lo que sí prometió, es que estaría con usted.  

Amado lector, Dios está con usted y eso es más que suficiente. Él desea ser su amigo en sus largas caminatas y compañero de lucha en sus intensas batallas.

Si siente el agua al cuello o el fuego acercándose, no piense que Dios lo abandonó; Él no hace eso jamás.

El hecho de que usted se sienta solo, no significa que realmente lo esté. Lo que sentimos, en ocasiones, no es más que impresiones distorsionadas de lo que en realidad está pasando.

Dios dijo: “yo estaré contigo”. Nada es más esperanzador que eso. Nada es tan verdadero como la Palabra de Dios.

Él no le encargó su bienestar y el de su familia a un distinguido o diligente ángel; Dios mismo se hará cargo de su protección y su paz.

No se queje, no reniegue, Dios no lo ha abandonado; hoy, más que nunca, en su aflicción o en su duda; en su soledad o en su alegría, Dios está con usted.

Tal vez el agua pueda mojarlo o el fuego pueda calentarlo, pero Dios hoy le promete que las aguas no lo ahogarán y tampoco la llama arderá en usted. Dios lo ama, y por esa razón, disfruta estar con usted.

¿Usted disfruta estar con Dios?