Caminar con sabios

Escrito el 18/03/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades. Proverbios 13:20


Elija sabiamente sus amistades. Considere que la raíz de muchas de sus dificultades se debe al tipo de amistades que tiene. 

Hace algún tiempo, conocí a una bella joven de unos 22 años. Tenía una pequeña hija de tan solo un año. Aquella joven tenía por virtud la capacidad de soñar y un talento extraordinario para los negocios. Un día viernes, después de salir de su trabajo, recibió la llamada de unos amigos para invitarla a una fiesta nocturna.

Al igual que muchos de nosotros, ella pensó que le vendría muy bien cambiar de ambiente y pasar un tiempo de compañerismo con sus amigos, sin imaginar lo que acontecería. Esa noche la recogieron en su casa; ella se despidió de su hija y de su mamá, y se fue a celebrar con sus amigos, sin saber que nunca más regresaría a casa. 

¿Qué pasó? Ella y sus amigos sufrieron un terrible accidente, y al instante, ella murió. El conductor del auto estaba embriagado, por lo que perdió el control del vehículo, se salieron de la carretera y luego chocaron contra un gigantesco árbol. Aquella joven murió a causa del impacto. Una niña de tan solo 1 año quedó sin mamá. Una madre amorosa despidió a su hija, y con ella, todos los sueños que tenía.

Ella andaba con gente necia y eso le costó la vida. Estoy seguro de que Dios tenía planes con ella, pero bastó una mala decisión para renunciar a todas las posibilidades de convertirlos en realidad. La Biblia tiene razón. Cuando establecemos vínculos con personas que no tienen temor a Dios, que desafían las leyes, violan las reglas y se niegan a someterse, es más que probable que terminemos en serios problemas.

Amado lector, sea selectivo y procure caminar con personas que le enseñen a amar a Dios, a respetar las reglas y a ser fiel a los suyos. No admita el consejo de perdedores que, una vez que destruyen sus vidas, intentan destruir la de los demás para no sentirse solos en medio de su desgracia. 

Las personas sabias se mantienen enfocadas y evitan los problemas porque han entendido que los conflictos no son necesarios cuando se pueden evitar. La gente sabia habla poco porque sabe que el uso excesivo de las palabras trae problemas. Los sabios viven conscientes de que sus acciones siempre traen consecuencias, por eso se esmeran en obrar con integridad y honradez. 

Los necios, en cambio, creen que siempre tienen la razón. Son obstinados, orgullosos y pasionales. Poco usan el sentido común. En su lugar, procuran establecer sus "propios principios de vida". Los necios, como dice la Biblia, viven como si Dios no existiera (Salmo 14:1).

No se involucre con personas que drenan su vitalidad y lo invitan constantemente a desligarse de las responsabilidades que lo harán exitoso. Elija personas sabias con las que pueda crecer. 

¡Bendecido día!