Sin cobardía

Escrito el 23/03/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio2 Timoteo 1:7


Dios reprueba la cobardía. Tan grave es, que la Biblia declara que “los cobardes no heredarán el reino de Dios” (Apocalipsis 21:8).

En otras palabras, el reino de Dios acoge al pecador arrepentido, pero no admite a los cobardes.

Usted podrá preguntarse: ¿Es tan dañina o peligrosa la cobardía? La respuesta es sí. La cobardía no le permitirá ver a Dios y siempre atacará directo a su fe tratando de desvirtuarla para así limitar su progreso en el Señor.

Una persona cobarde regularmente oculta su fe cuando se ve en la necesidad de defenderla. El cobarde es aquel que llega a negociar sus convicciones cristianas y/o espirituales, solo porque los demás piensan diferente.

Entienda esto: la cobardía no le permitirá comer de las delicias que Dios le ha preparado. Por el contrario, lo convertirá en un mendigo que se alimenta de los residuos y las migajas.

Una de las primeras obras del Espíritu en su vida es llenarlo de amor. Dicho amor es tan poderoso que echa fuera toda especie de temor que pudiera destruirlo. Por tanto, puede estar seguro de que en los planes de Dios está librarlo de la cobardía.

Ser un verdadero cristiano requiere coraje. El coraje es la habilidad de sobreponerse a los impedimentos y perseverar en la acción que se pretendía realizar.

Tome este consejo: no se deje amedrentar de las circunstancias. Usted siempre tendrá un Goliat por enfrentar, pero no olvide que, por cada Goliat que se interponga en su camino, contará con una honda para derribarlo.

Que no lo asusten los obstáculos, tampoco el enemigo; confíe en Dios primero, crea firmemente en lo que Jesús le ha enseñado y luego, crea en usted mismo.

Usted ha sido empoderado por Dios, lo que significa que usted tiene la capacidad de hacer lo que Dios le pide; usted es un testigo de Dios y Él lo quiere usar.

Usted ha sido revestido de amor. No tenga miedo de amar a otros sencillamente porque alguien no valoró su amor en el pasado.

Usted ha sido revestido de dominio propio; por tanto, no tenga miedo de usted mismo; usted, con la ayuda del Espíritu Santo, puede gobernar su propio cuerpo.

La cobardía no es de Dios, tampoco de los hijos de Dios. 

¡Maravilloso día!