¡Bástate mi gracia!

Escrito el 23/02/2020
Ps. Gustavo Muñoz


Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9.


Una debilidad no es un pecado, una debilidad es un faltante. Ese faltante, tiene un propósito: hacernos dependientes de Dios evitando que nos hagamos orgullosos.

Podríamos llamar debilidad a la escasa habilidad para hablar, e incluso, como se pensaría acerca del apóstol Pablo, a una molestia física.

El punto es este: todo discípulo de Jesús enfrenta una debilidad en su vida. Dicha debilidad, aunque parezca contradictorio, lo ayudará a ser mejor en su carácter, recordándole que depende de Dios.

Usted hoy necesita el poder de Dios obrando en su vida. Usted es mejor cuando el poder de Cristo toma lugar en su corazón.

Si usted no tuviera un faltante o si, hipotéticamente pudiera ser totalmente independiente, ¿qué parte tendría Dios?

Lo maravilloso de un verdadero cristiano es que, aun cuando es un ser humano imperfecto, la gente puede ver en él una “gracia”, una “fortaleza” o un “favor” que opera en su vida y lo completa.

Su oración hoy debe enfocarse en el accionar de ese poder de Cristo en su vida. Usted no puede aceptar esos sentimientos de derrota. Tampoco debe renunciar al llamado que Dios le ha hecho, simplemente porque considera que sus circunstancias no son las más favorables.

Permita que el poder de Cristo llene esos vacíos que sus habilidades y determinación no pueden llenar.   

Dios desea que el poder de Cristo que opera mediante el Espíritu Santo, repose sobre su vida y la haga brillar.

Usted es semejante a la luna; usted no origina su propia luz, usted la refleja. Hay un cuerpo celeste llamado sol que se encarga de darle un porcentaje importante de la luz que produce para que ésta “brille”.

No lo intente en sus fuerzas, si va a intentar algo, permita que el poder de Cristo se refleje y se evidencie.

Una vida espiritual saludable no es aquella que nos hace perfectos,  sino aquella que nos convierte en portadores del poder de Dios, el cual hace que nuestras debilidades se eclipsen.

Confíe en el poder de Cristo que opera en usted. Si usted cree que no lo tiene, vaya al secreto y pídalo, porque usted lo necesita.

Deseo que en esta nueva semana, usted pueda ver el poder de Cristo haciendo de usted un mejor cristiano. Un cristiano determinado y santo. Un cristiano sensible a Dios y servicial; dependiente del Espíritu Santo y pronto para reconocer que necesita la ayuda del Señor. 

Con amor, su servidor.