Ser luz

Escrito el 22/09/2023
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


 

Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Filipenses 2:14-16


Hay tres consejos valiosos en el texto bíblico de hoy.

En primer lugar, evite la queja. La Biblia dice: “Hagan todo sin quejarse y sin discutir… para que seáis irreprensibles y sencillos”. En estas palabras del apóstol Pablo hay un consejo práctico que le ayudará en todo lo que emprenda: no se queje, no discuta. Usted se convertirá en una persona admirada y respetada cuando ejerza dominio sobre la queja y pueda evitar discusiones. 

La calidad de sus relaciones, partiendo de la más importante que es su relación con Dios, va a mejorar considerablemente. La relación con su cónyuge se fortalecerá si quita de su inventario la posibilidad de discutir por todo.

Un carácter sencillo, como el de Jesús, le ayudará incluso a ser más feliz. La sencillez es admirada, valorada e inusual. Busque la sencillez en todo. No sea de aquellas personas que siempre buscan ir por la ruta más compleja, pudiendo elegir una manera más sencilla de proceder. Desee la sencillez. 

En segundo lugar, anhele un corazón puro. El apóstol Pablo afirmó: “Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios”. La pureza o la integridad es la marca distintiva de los hijos de Dios. No hay un sello más importante impreso en el corazón del hombre que el sello de la pureza marcado con la sangre del cordero. 

La voluntad de Dios para sus hijos es la santificación. Él se complace en aquellos que buscan con su corazón la santidad en todo lo que hacen. Una visión inocente de la vida es necesaria si es que se quiere ser feliz. La malicia y el pecado son enemigos de la pureza y, con frecuencia, siembran maldad en el corazón de los hombres.   

Hay un brillo especial en aquellos que aman la pureza de Dios. De hecho, el resultado de una vida consagrada a Dios, es el brillo natural de su presencia. Las personas pueden diferenciar entre una persona consagrada y una que vive en la carne. Lo cierto es que usted será de bendición para aquellos que caminan en tinieblas. Su luz brillará y los iluminará, empezando por su familia y amigos. 

En tercer lugar, ame las Escrituras. La Biblia declara: “Aférrense a la palabra de vida”. Con “palabra de vida”, el apóstol Pablo se refiere al poder trasformador de las Escrituras. Aferrarse es mucho más que obedecer. Lo que en realidad quiere decir es “amen la palabra de Dios”. 

Todo en la vida de un cristiano debe estar regido por la palabra de Dios. Sus decisiones, sentimientos, palabras y acciones, deben reflejar un vivo amor por el consejo de las Escrituras. Jesús nos enseñó que incluso cuando el diablo ataca, la mejor manera de enfrentar la tentación es citando la palabra de Dios. 

Cuando usted ama la palabra, su vida se simplifica. Basta con preguntarle a la Biblia para entender claramente qué es lo que Dios espera que usted haga frente a una situación particular. De esta manera usted no se perderá en un mar de opiniones huecas y sin sentido. La promesa intrínseca es esta porción bíblica: quien se aferra a la palabra, hallará la vida. 

¡Bendecido día!