Que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. 1 Tesalonicenses 4:6
Usted debe ser totalmente transparente con las personas. Un cristiano no debe dar lugar al engaño.
No hay engaños malos o buenos; el engaño siempre será, en efecto, malo y dañino.
Sin importar las circunstancias, el engaño siempre produce el mismo efecto, la misma destrucción.
Amado lector, usted debe conducirse con veracidad y total honestidad en todo lo que emprenda.
Debe ser veraz en su trabajo, con sus autoridades y con la iglesia. También debe hacerlo con su pareja.
No engañar también es “no mentir” u “ocultar” la verdad. La Biblia nos previene del engaño, porque ciertamente Dios nos ama y sabe que las consecuencias pueden ser trágicas.
Amado lector, no piense que hace bien al engañar a alguien. Tarde o temprano la verdad brotará y se llevará todo lo que encuentre a su paso.
Caminar en la verdad lo premiará. Le aseguro que usted gozará de una gran recompensa. La advertencia de este texto afirma: “Dios es vengador de todo esto”.
Eso significa que, quien engañe a alguien, se enfrentará a la ira de Dios. Si usted engaña, usted debe estar consciente de que sus acciones producirán consecuencias.
Si usted ha sido engañado, no se deje llevar por el dolor y la ira. Cálmese. La justicia no es suya; quien se encargará de hacer lo que corresponde es Dios, no usted.
¿Alguien lo engañó en el pasado? Asegúrese de perdonar y superar esa martirizante estación, usted debe ser feliz, debe ser libre.
Sea veraz con sus palabras. Valore las relaciones que Dios le ha dado, valore su familia y viva con ella en integridad.
Valore su trabajo y no engañe a nadie. Ame a su cónyuge, su pareja hace parte de ese gran grupo llamado “hermanos”.
Tome en serio la confianza que le han dado. Quizá Dios está probando su corazón para luego promoverlo a un lugar más alto.
Amado cristiano, no tiene opciones; Dios espera que usted sea total y enteramente honesto.
¡Próspero día!