Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Romanos 8:37
A pesar de los malos tiempos, usted está llamado a mantener la actitud correcta. Ahora bien, las actitudes son el resultado de sus pensamientos, y sus pensamientos son los frutos de sus convicciones.
Esto significa que existe una conexión directa entre lo que usted cree, la manera en que piensa y la forma en que vive.
El apóstol Pablo desafió a la iglesia en Roma a pensar como vencedores, a pesar de las persecuciones o las aflicciones. Los instó a mantenerse conscientes de que el amor de Dios seguía activo y operando de tal manera que al final todo cooperaría para su bien.
La actitud que hoy tiene no solo habla de usted, también habla de sus convicciones, habla de lo que hay en las profundidades de su ser.
Amado lector, ahora fíjese en esto: la Biblia no solo afirma que somos vencedores, dice que ¨somos más que vencedores¨.
Se lo explicaré mejor: usted es vencedor por algo que usted no hizo. Lo es, porque Cristo murió en la cruz venciendo el pecado y la muerte en nuestro lugar. Por esa razón, usted es vencedor.
Debería preguntarse ahora, ¿por qué la Biblia afirma que somos más que vencedores? Lo somos porque, mientras amamos a Dios, las situaciones difíciles de la vida (tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada) no provocarán más que un millar de bendiciones para usted.
No hay forma de perder; al final del día, habrá una victoria disponible y segura para aquellos que siguen a Jesús.
Pensar en esto debe provocar un cambio en su forma de ver la vida. Mientras usted persista en los pensamientos de derrota, nada podrá salir bien.
Piense como un vencedor. Recuerde que las tormentas de la vida tienen un propósito: convertirlo en un experto marinero.
Levántese hoy y créale a Dios. No se estanque en sus sentimientos de derrota, viva y vuelva a creer. El amor de Dios es su victoria, el amor de Dios es su fortaleza.
No permita que las situaciones difíciles nublen su entendimiento. Dios lo apartó, lo santificó y ha preparado para usted una grandiosa victoria.
Piense como un vencedor. Viva como un vencedor.
Bendecido día.